martes, 12 de junio de 2018

SACARNOS LA CARETA

Deberíamos dejar la hipocresía. Todxs y cada unx de nosotrxs. Vamos a partir de una base muy sencilla: ¿Quién puede predicar con el ejemplo?

Pensemos en nuestro día a día. En el nivel de “indignación” que desarrollamos frente a los hechos cotidianos. En los consejos que damos. En nuestro comportamiento frente a las adversidades. En la coherencia relacionada al pensar/actuar. En estos días, que tan acaloradamente se habla de un tema sensible de SALUD PÚBLICA como lo es la interrupción voluntaria del embarazo, vamos a hablar de actitudes hipócritas…

Antes intentemos respondernos a algunas preguntas:
¿Cuántxs de nosotrxs nos indignamos con la violencia machista pero “insultamos” a alguien diciendo “PUTO/A”?
¿Cuántxs repudiamos la violencia en el mundo, pero deseamos y festejamos cuando matan a un ladrón de celulares?
¿Cuántos pregonamos el amor de Dios desde la religión y sin embargo nos abundan sentimientos de rencor?
¿Y lxs que fomentamos la igualdad mientras rechazamos al/la que piense distinto?
¿Nunca nos tocó de cerca la infidelidad para luego pretender lealtad absoluta? ¿A cuántos “machos” casados les festejamos sus aventuras, pero al mismo tiempo señalamos con el dedo acusador a la mujer infiel? ¿Cuántxs padres/madres le decimos a nuestrxs hijxs “no hay que mentir”, mientras pasamos una noche de hotel sin dormir en nuestra cama?

Sigamos sincerándonos. Pensemos…
¿Nunca prometimos valorar la vida y no preocuparnos más por “pavadas” al enterarnos de una muerte repentina, pero al día siguiente rompemos esa promesa con un enojo inexplicable? ¿Será que ese shock que supone la noticia nos hace decir cosas que no sentimos?
¿Cuántxs nos quejamos del aumento de pobreza y la gente sin trabajo, pagando miseria (y sin declarar al Estado) a una persona para que limpie la casa? ¿Cuántxs propusimos REVOLUCIONES enteras contra lxs poderosxs desde nuestra cómoda silla al muro de Facebook o en escasos caracteres de Twitter?

La hipocresía se encuentra en todo ámbito de la sociedad, con el tema del aborto también pasa. Como no es la excepción, una vez más emergen sobre nuestros entornos, incluso los más íntimos, opiniones infundadas en la empatía o apatía con el tema, sin la seriedad y responsabilidad que merece. Lo más triste, sin la información necesaria. Somos una sociedad con “vagueza intelectual”: Esto significa, que no ahondamos en qué se debate, no profundizamos ni tampoco investigamos. Vemos a cualquier personalidad de la tele o leemos un Tuit simpático sobre el tema y en base a eso construimos nuestra propia opinión. Recién ahí tomamos postura. Escuchamos y leemos a personas decir o compartir frases exactas a las mismas que circulan, se replican “cartelitos de Facebook” que alguien pensó para llamar la atención y ganar adeptos, pero que carecen de precisión con el debate en cuestión. Un ejemplo es la foto del feto y la frase que lo acompaña: “No mates” o “Si a las 2 vidas”. ¿Realmente alguien piensa que una persona que pide legalidad en el aborto, lo hace porque quiere matar por matar? Al decir “no mates”, ¿Están tildando de asesinas a esas mujeres? ¿Son conscientes de lo que están diciendo? ¿Acaso nunca se dieron cuenta que los sectores más pobres de la población, o sea, lxs que menos accesos tienen, son lxs más propensxs a caer en manos clandestinas y dejan SUS VIDAS en manos irresponsables? ¿No sabían eso? ¿Y que una persona de mayor poder adquisitivo, puede pagar en una clínica privada por “un buen” aborto sin sufrir daño alguno? Pero como hoy en día, esa práctica es ilegal, la mayor carga de supuesta culpabilidad no la tiene el hombre que cobró por hacerlo, sino la mujer. La principal “acusada” es la mujer, primero por “dejar embarazarse” y no cuidarse. La señalamos de “trola”, de mujer que no sabe decir “no”. Una vez que la acusamos de todo eso, le exigimos hacerse cargo y responsable de esa criatura. Insisto, no seamos hipócritas, no olvidemos eso. Entonces, desde afuera (muy afuera) opinamos abiertamente que “hubieran pensado antes de abrir las piernas”. ¿Qué pensamiento machista tenemos, no? Piénsenlo por un segundo.

El relato de nuestra sociedad corresponde básicamente a una CULTURA MACHISTA. Una cultura que está arraigada por décadas. Lo que está pasando hoy en día, con este cambio de paradigma, no es otra cosa que la DECONSTRUCCIÓN de ese relato machista preconcebido. El rol de la mujer está cambiando, como así también el del hombre. En cuestiones de género, ya no debemos encasillar, rotular, intentar “moldear” lo masculino o lo femenino, ya no existen inferioridades ni mucho menos superioridades, se trata de IGUALDAD. La fortaleza trasciende y traspasa los géneros. Hombres y mujeres, somos seres HUMANOS, libres y con igualdad de Derechos.

Estamos entre todxs dejando la hipocresía, por eso cada unx deberá mirar para adentro, pensarse a sí mismx y replantearse algunas cuestiones…

Si quedó embarazada: “Esa mujer no supo cuidarse”
Si decidió abortar: “Esa mujer es asesina”
Si es heterosexual y está en pareja hace varios años: “¿Para cuándo el hijo?”
Si es homosexual: “¿Nunca un novio vos?”
Si es homosexual y está en pareja: “Pero, ¿Cómo van a hacer cuando tengan hijos?”
Si está soltera: “Es hora que encuentres un hombre”
Si tuvo muchos hijos: “Se embaraza por un plan social”, “no sabe cerrar las piernas”
Si no puede criar a su hijx: “Es una mala madre”
Si tiene pareja y se va sola de vacaciones: “¿Y tu novio te deja?”
Si la acosan por la calle: “Es que se viste para provocar”
Si la violaron a la salida del boliche: “A ver cómo iba vestida”
Si la violaron y quiere abortar: “Que lo dé en adopción”
Si la violaron, es menor y fue obligada a tener al hijx: “Quedó embarazada. No abortó y fue madre a los 13”

A todo esto, ¿Qué decimos de ÉL? ¿Qué le preguntamos a ÉL? Lo más repetido, para recaer sobre el hombre, es la homosexualidad planteada como “un problema”: “Mi hijo es medio rarito”, “debería estar con todas las minas”, “es un puto de mierda”. Por todo lo demás, cuesta encontrar acusaciones u opiniones tan crueles sobre el hombre. ¿Por qué será?

Justamente, estamos en etapa de deconstrucción. Lleva tiempo, cuesta porque supone un carácter empático con lxs demás, porque conlleva una carga de sensibilidad mayor a otros temas. Lxs que vienen a plantear el crecimiento del pensamiento, intentan derribar muchos mitos y leyendas, es una tarea ardua, costosa y de mucho sacrificio. Hay, hoy en día, mujeres que le ponen el cuerpo a la lucha. También, digamos toda la verdad, existen otras mujeres que se niegan a esa lucha y la menosprecian. Increíblemente, a los pañuelos verdes ahora se le oponen los pañuelos celestes que dicen “Si a las 2 vidas”. Son nada más y nada menos que los gajes de la democracia, lo penoso es que no se discuta lo mismo y la facilidad con la cual corremos los enfoques, según nuestra propia conveniencia. Tiene un triste “ADN argentino”, el fanatismo que acarrean estos temas: “Estás o no estás”

Lo que se debate aquí no es “SI” o “NO” al aborto. No es el eje de la cuestión, no se trata de que el Congreso vote por el “Si, aborten” o “No, no aborten”. Eso es decisión PURAMENTE PERSONAL y nadie debe ser juez, porque todxs, absolutamente  todxs, tenemos la moral bastante desequilibrada como para andar mirando las acciones de lxs demás. Y como ya hemos dejado la hipocresía de lado, asumimos de una buena vez que el aborto existe hace muchos años.

Aquí se define si será LEGAL o seguirán haciéndolo de manera CLANDESTINA. Eso se sabrá en los próximos días. Si el tema está en el marco de la Ley, entonces a cualquier persona que habite suelo argentino, el ESTADO deberá garantizarle protección, cuidados, seguridad y toda la información posible sobre el tema, para que ninguna vida corra riesgo. La legalidad en cuestión no significará que TODA MUJER estará obligada a abortar, no habrá obligación en ello. Es una Ley para otorgar DERECHOS, no para dañar. Los tres grandes ítems son muy claros: Educación Sexual para DECIDIR, Anticonceptivos PARA NO ABORTAR, Aborto Legal PARA NO MORIR. Más claro que eso, imposible. Y si la interrupción voluntaria del embarazo llega a ser legal, entonces habrá que velar y garantizar la total protección de las personas, que se aplique correctamente el protocolo de salud pública, que ninguna persona sufra daño alguno. Así como también, que se cumpla con la Educación Sexual Integral, o sea que las escuelas (instituciones del Estado principales formadoras del pensamiento de personas) hablen del tema, que haya información, contenido y conocimiento, para que por fin la sexualidad deje de ser un “TABÚ Social”.

Estando de acuerdo en todo esto, otro dato resulta interesante y vale la pena destacar. La lucha feminista es la más grande y con mayor alcance en tiempos de democracia. Su visibilidad ha ido en creciente notoriedad, incluso los hombres se han hecho feministas. Este detalle, por más controversia que genere, merece mención ya que implica un auto reconocimiento por parte de algunos varones. Es otra cuestión si “debe luchar a la par”, “no tiene que meterse” o “el hombre solo debe acompañar”; siempre y cuando no entorpezca, no minimice ni banalice semejante lucha. Muchos hombres dicen estar a favor del feminismo, pero sabemos todxs que son dichos de la boca para afuera. Porque piden “no más violencia de género” y “ni una menos”, pero en su cotidiano siguen con prácticas machistas. Queda camino por recorrer, es un movimiento que recién está en etapa de crecimiento y madurez. Seguirá ganando fuerza, por suerte para todxs. Las mujeres más valientes viven entre nosotrxs. Muchas han quedado en el camino, como sociedad debemos asumir los cargos y hacernos responsables, las hemos dejado morir. Durante décadas, se nos han muerto de las manos y no hemos hecho nada. Hasta hoy, que cada vez más mujeres se siguen uniendo. Trabajarán codo a codo con todxs. No se trata de una guerra de género, lucharemos todxs unidxs, hombres y mujeres por un país más justo, con un ESTADO PRESENTE, velando por NUESTROS DERECHOS.

Dejaremos de mirar para otro lado, como hasta hoy hemos hecho siempre. Sin hipocresía, y con un “meaculpa” responsable, todxs vamos a sacarnos la careta. Así, haremos historia.

Alfonsina Storni, “el feminismo es el ejercicio del pensamiento de una mujer”

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