lunes, 27 de agosto de 2018

MÁS AMOR NATURAL



Escuchamos muchas veces la frase trillada "con el amor no alcanza."  Pensemos bien en semejante afirmación, "el amor... no alcanza". ¡Qué contradicción más grande! Si se supone que el amor es la fuerza más grande del Universo, ¿Cómo no va a ser suficiente? Lo que esconde esa frase en realidad es una mentira piadosa, una manera distinta de excusarnos ante la falta de amor. Lo decimos para no admitir una carencia, algo que no sentimos. Es probable que la digamos cuando no haya amor verdadero.

¿Por qué mendigamos amor? Eso tampoco debería pasar. Pedir cariño, demandarlo a las personas. Es que no se negocia. El amor no es una mercancía, al contrario. Es algo intangible que se da SIN ESPERAR RECIBIR NADA A CAMBIO. ¿Por qué osamos de pretender al Amor? No debería suceder, que estemos más pendientes de llevar registro del cariño de los demás sin mirar el propio, el que debemos regalar nosotros mismos.

No mendiguemos cariño, regalémoslo. Porque si estamos tan pendientes de cuánto nos dan, nos vamos a olvidar de lo que nosotros somos capaces de hacer, y así caeremos en un sitio incómodo, calculador. Cuántas veces escuchamos a las personas decir "para vivir en pareja hay que ceder, es una negociación". Entonces vale preguntar: ¿Debería ser así, como si se tratara de un acuerdo, de un contrato? ¿Qué es lo que "cedemos"? ¿O será que estamos resignando parte de lo que somos? Pero amor no es resignación, debería equivaler a una aceptación de la persona. Las cosas que resignamos son en verdad, esos detalles que hacen a la convivencia, que naturalmente dejamos de lado por el bienestar común. No confundamos esos aspectos particulares con una mirada fría y especuladora del amor en general. Una cosa es abandonar las “manías” personales porque resultan perjudiciales a la otra persona y otra muy distinta es dejar de lado nuestro propio ser, perder el amor propio.

Sentir amor por alguien, ¿No es también amar sus errores y defectos? Claro que sí, no sientan miedo de amar lo imperfecto de las cosas. No existe la perfección, sino más bien nuestra idealización de esa supuesta perfección. Aprendamos a reconocer los defectos de nuestros seres queridos para aceptarlos realmente.

Si hay amor en nuestro interior, no sentiremos la necesidad de salir al entorno a pedir cuentas. No vamos a exigirle nada a nadie, no nos deben rendir a nosotros, no hará falta. Porque vamos a sentir amor, ese va a ser el motor que le dará impulso a nuestros pies para avanzar, nunca retroceder. A esas personas que amamos, les vamos a dar amor sin pretensiones, amor del bueno. Ese amor de la nobleza es el que todo lo da, sin reclamar nada. Que no existan cárceles, que no haya ataduras. Amemos la libertad, comenzando por la propia, para que admiremos la libertad de la persona que nos acompaña. La reciprocidad de sentirnos libres implica muchas cosas, una fundamental es el amor desinteresado, sin medidas ni etiquetas. Cuántas veces habremos escuchado a las personas decir frases como "si llevan tantos años deberían probar con la convivencia", "los novios tienen que hacer tal cosa", "las novias tienen que hacer tal cosa", "el hombre en la pareja es...", "la mujer en la pareja es..." ¡No! Cada persona es como es, somos seres únicos e incomparables, individualidades que ELEGIMOS la compañía a nuestras vidas. Ningún camino se transita igual, ninguna historia se escribe de la misma manera. No hay fórmulas ni dictados para el amor, más que seguir el impulso de nuestro corazón. Rompamos esas reglas absurdas: El amor no es social, justamente amar nos hace libres. Aprenderemos a amar desde la admiración y el respeto, como las aves que salen del nido para trazar su propio vuelo.

Se necesita más amor natural...Hace falta un sentimiento así en el mundo.

Compartir:

viernes, 10 de agosto de 2018

DIME QUE OPINAS DEL ABORTO Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

Una vez más, el “honorable” Senado de la Nación Argentina, se convirtió en el escenario principal de una sesión histórica para el país. Lxs “representantes” del pueblo brindaron, el día miércoles 8 de agosto de 2018, un debate que dejó mucho que desear. Fueron 62 personas que expusieron en un discurso de 10 minutos aproximados cada unx, sus visiones PARTICULARES de un tema serio, profundo y transversal con un bagaje histórico, tan añejo como la sociedad misma. ¿Por qué una problemática demandante de políticas públicas fue tratada desde los fundamentos a base de creencias personales? Siguen los ecos de una jornada en la que abundó el “YO creo que…”


La votación duró apenas unos segundos. Se dio a las 2:44 de la mañana



Luego de casi 17 horas de debate y con un total de 62 oradorxs, la Cámara alta rechazó (a las 02:44 del día jueves) el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que contaba con media sanción de Diputados. Con el voto negativo de 38 senadorxs, 31 a favor, 2 abstenciones y 1 ausencia, la iniciativa no podrá volver a considerarse durante el corriente año parlamentario. Vaya paradoja, que en tan solo 17 horas 71 personas, ocupando una banca por voluntad y elección democrática de la población, hayan decidido sobre el futuro de una problemática que arrastra DÉCADAS. Esos 38 votos en contra frente a los 31, sumado a las 2 abstenciones no fueron más que 71 DECISIONES POLÍTICAS. Cada senador y senadora, han elegido qué hacer al respecto, de qué lado de la historia quedar, han demostrado que clase de personas son. Esas decisiones que tomaron son fiel reflejo de lo que somos como sociedad: Lxs que “no porque no”, lxs que “si porque si” y no dejemos de lado esos 2 votos “en blanco”, que también ejemplifican a ese sector de la población que descansa en la impunidad de la quietud. El punto en común es la liviandad con la que vociferaron sus argumentos, demostrando una irresponsabilidad verbal tan grande como el Congreso.


Rojo: Votos en contra. Verde: Votos a favor. Amarillo: Abstenciones. Celeste: Ausente.


Nos cuesta tanto empatizar con causas donde hay injusticia por la evidente ausencia del Estado, que caemos en el facilismo de "mirar para otro lado". Si sus funciones son ineludibles, ¿Por qué tardamos en reaccionar? ¿Cómo podemos permitir que quienes nos representan, defendiendo y atendiendo los intereses de las provincias digan abiertamente "El Estado no está presente"? Muchxs de ellxs llevan años en el Senado o fueron funcionarios públicos, por citar un ejemplo se puede mencionar a Rodolfo Julio Urtubey, graduado como abogado en el año 1982, quien es senador por la Provincia de Salta desde diciembre de 2013 y dijo textuales palabras: "Yo creo que habría que ver aquellos casos, porque hay algunos casos donde la violación no tiene esa configuración clásica de la violencia sobre la mujer, sino que a veces la violación es un acto no voluntario con una persona que tiene inferioridad absoluta de poder frente al abusador, por ejemplo en el abuso intrafamiliar, donde no se puede hablar de violencia pero tampoco se puede hablar de consentimiento..."

El Senado de la Nación Argentina está compuesto por 72 personas: 30 son mujeres y 42 hombres. ¿Cómo votaron?

Votos en contra:
24 de los 42 senadores hombres.
14 de las 30 senadoras mujeres.

Votos a favor:
17 de los 42 senadores hombres.
14 de las 30 senadoras mujeres.


Sin embargo, lo que pasó en el Senado no fue lo único. Las calles se expresaron nuevamente, los medios masivos de comunicación tomaron esa expresión con el foco puesto en “farandulizar” la hipocresía y seguir en la errada postura de tomar el tema como una “guerra de tribunas”. ¿Realmente creemos que es una cuestión de ver "que color ganará"? ¿Se trata de la dualidad entre verde o celeste? ¿Es necesario que nos comportemos así? La historia argentina se escribe trazando la división entre dos bandos, corriendo maliciosamente el eje central de las discusiones y preocupaciones de los grupos colectivos que surgieron con anterioridad. Un lema, un slogan, un cartel original comienza a circular y se difunde. Lo que se viraliza y "suena lindo" llega a personas que solo repiten de memoria, sin preguntarse de quién fue la ocurrencia o si atrás de la frase existe un proyecto responsable para "salvar vidas" realmente.

Recomendaciones de lectura:
Historia de la Comisión por el Derecho al Aborto
Archivo Digital de consulta pública y gratuita
(Del sitio oficial: Abortolegal.com.ar)

Quiénes llevan pañuelos celestes
(Artículo periodístico de la Revista Anfibia, por Luciana Rosende y Wender Pertot)




Lxs presentadorxs de radio y TV acudieron a las plazas, donde la gente alzaba una bandera o llevaba un pañuelo, banalizando el contenido de sus dichos o mostrando las manifestaciones con jocosa algarabía, como si se tratase de una marcha más. Si un grupo manifestaba su bronca, ira y decepción, el morbo por regodearse en ese barro de la violencia les atraía más la atención.

"Marcha celeste", "marcha verde", "sector verde", "sector celeste", "la ola celeste", "aborto legal", son algunos de los títulos que decidieron poner los responsables de los grandes medios, con la excusa de limitarse simplemente a "mostrar la realidad":


  (En el video: Un hombre con pañuelo celeste en el cuello le agradece "por el esfuerzo" al periodista)








Que las calles del país entero desborden de mujeres de todas las edades no significa una simple manifestación. Es un cambio de paradigma que ya está instalado en la sociedad, es la deconstrucción del pensamiento clásico, conservador, obsoleto y machista. El feminismo es la apertura a una sociedad más justa, por ende los hombres debemos acompañar con respeto y sin entorpecer semejante lucha, porque es la más significativa en décadas de Democracia





No, no vamos todavía... Como sociedad, estamos recién arrancando, debemos madurar mucho, empezando por lxs que deben predicar con el ejemplo. No hay nada para festejar, nada para celebrar. Es momento de reflexión, de SERIEDAD y RESPETO. La conducta de muchas personas debería ser intachable frente a ciertos temas. Lo preocupante, es que algunas cosas pasen desapercibidas. Todo este combo, más el éxtasis del fanatismo que pone vendas a los ojos, deja esos lugares donde algunxs parecen estar en comodidad y de las “invisibles” poco se habla: Las víctimas siguen siendo víctimas, inescrupulosxs siguen sin escrúpulos, hombres y mujeres siguen siendo machistas, las opiniones fundadas en el "YO creo que" siguen circulando vagamente... 
Y mientras, LAS PIBAS SIGUEN MURIENDO. Una, cien, mil o quinientos mil muertes, ¿Vamos a seguir permitiendo que pase?  #NiUnaMenos



Rodrigo Omar Gauna




Compartir: