viernes, 27 de noviembre de 2020

Maradona no se murió

En cada persona que lea esto, se esconde una actitud “maradoneana” en el sentido que quieran darle. Diego Armando Maradona es el jugador de fútbol que trascendió el deporte, se inmortalizó en la memoria colectiva y dejó de ser sustantivo. Maradona es un verbo.

Ayer, 26 de noviembre, los argentinos “maradonearon” su día. Cada uno, fiel a su estilo, a su manera. Lo “maradonearon” al fin. Como aquel jugador, que tuvo muchas facetas y atravesó distintas etapas. El mundo conoció al personaje público, que nunca morirá porque forma parte de la piel, banderas, murales inmensos en cualquier rincón del planeta, entre otras cosas. Pero la persona, esa que solo se autopercibe, debería estar descansando en paz.



Si la persona se murió. Entonces el personaje, lo que su nombre representa, jamás desaparecerá. Al contrario, nacen nuevas historias de epopeyas dignas de una nueva mitología urbana: El “cebollita” que salió de un potrero, le hizo dos goles inolvidables a Inglaterra en un Mundial y a partir de ese preciso instante, se convirtió en un ser supremo capaz de decir verdades políticamente incorrectas, como escupitajos de su desfachatada espontaneidad. Con eso, le valió para agigantar su figura y ganarse el corazón de la gente. Ser trasparente, irreverente, humildemente grotesco, verborrágico, extrovertido, etc., es ser 100% argento. Eso es “maradonear” la vida. Maradona simboliza la argentinidad, nos guste o no.

Esperando el papelón

Personas que lo vieron (como las que no) jugar a la pelota se acercaron a despedir sus restos a la Casa Rosada, por decisión de la familia y resolución improvisada del gobierno nacional. El problema estuvo en la crónica de un bochorno anunciado. 

¿Vieron lo que pasó ayer en Casa Rosada y Plaza de Mayo? Les propongo algo: Miren la película "Esperando la Carroza" y se darán cuenta del paralelismo. Una vez más, la realidad supera a la ficción. 

Si aquella película pintaba de cuerpo entero la idiosincrasia argentina, los hechos sucedidos ayer en el velatorio público de Diego Armando Maradona fueron una radiografía que mostró cada hueso, en honor y homenaje al más argentino de los argentinos, al argentino más famoso del mundo, al Dios más humano, más imperfecto. Tan incorrecto, como nosotros mismos. 





Y nosotros, especialistas en OPINAR de todo (y de todos), expertos en hablar sin saber, somos capaces de cuestionar a cualquier Dios, al que sea. 


No quiero ponerme a analizar los efectos de la idolatría popular ni pretendo justificar nada, sin embargo jamás podría “tildar” de inconscientes a las miles de personas que se agolparon frente a la Casa Rosada para despedir a su ídolo. No puedo hacerlo, es que fue una conglomeración de individualidades, de personas que no actuaron con raciocinio, los primó el sentimiento, esa pasión inexplicable que no tiene lógica alguna. Es que, si tuviese lógica, todas esas personas que se mantuvieron durante meses en aislamiento preventivo para no contagiarse un virus que es pandemia mundial, hubiesen preferido quedarse en sus casas y despedirlo de otra manera. En esos momentos, enterados de la noticia, hasta los más cultos y letrados se pusieron a la par de los analfabetos.  

Lo más penoso es que una vez más, los que fueron y los que no, demostraron lo poco que les importa el resto, la falta de comprensión y entendimiento. Estos últimos meses, en Argentina, a pesar de las medidas sanitarias de prevención, todos fuimos parte de una hipocresía constante respecto del cuidado. No me refiero a las “marchas”, sino a nuestra conducta cotidiana, desde la fila del supermercado hasta las reuniones sociales. Ya no hay caretas entre nosotros, los tiempos de salir a aplaudir al personal médico a las 21hs quedaron atrás. (Me adelanto a sus reacciones: Seguramente al leer esto último hayan pensado “¿Qué dice este? Yo me cuidé y me porté bien”) Seamos sinceros, cuando nuestra indignación es selectiva nos estamos convirtiendo en seres hipócritas también.


En primer lugar, algunos salimos de casa para protestar contra un presidente (o una ex presidente) con carteles como “queremos libertad” o “morite kretina”, salimos de casa para celebrar el Día de la Lealtad peronista y comer un buen choripán. Salimos de casa a despedirnos de Diego Armando Maradona. Tres manifestaciones masivas: Un solo motivo, el PERSONAL. “Salí, porque así lo siento yo”.  No estuve en ninguna de las tres marchas. Pero, ¿Quién soy yo para cuestionar a quien haya salido de su casa y se arriesgue al contagio de un virus? ¿Quién soy yo para señalar la irresponsabilidad de las personas que no toman “distancia social” de otros? Está en el ADN del ser humano, su propia autodestrucción. Vivimos para auto flagelarnos, para desafiar al destino a cada paso que damos. Más allá de eso, ocurre algo mucho más grave…


Seguimos pecando de una notable falta de concepción de la otredad. Nos cuesta horrores reconocer las cosas que padece "el otro", el sufrimiento ajeno, los dolores y las necesidades. Solemos repetir palabras vacías, palabras huecas como “quiero un mejor país”, pero en el fondo sabemos que eso no es así. Lamentablemente, vivimos en una sociedad cada vez más egoísta, ensimismada en los ombligos.


No soy sociólogo, pero me animo a bautizar este tiempo como el del "Ombliguismo social". 

Pensemos esto: A nadie le importa cuál es mi opinión sobre un tema, sin embargo yo siento imperiosa la necesidad por escribirlo y volcarlo en una publicación como la que están leyendo. Lo mismo hacen ustedes. Todos subimos una foto, esgrimimos un mensaje, compartimos un pensamiento en un grupo de whatsapp, publicamos una historia con una reflexión que en un 90% de las veces está impulsada por nuestras vísceras. Lo que expresamos nace de la emoción, nos cuesta poner el culo en la silla, analizar las cosas, PENSAR EN EL OTRO.


Y como es más fácil criticar, sin una mirada reflexiva, sin detenernos a preguntarnos “¿Por qué?” prefiero dejarles un último interrogante para que lo piensen por un minuto. Respondan hacia “sus adentros”


Ustedes, ¿Qué actitud tuvieron últimamente donde la “maradonearon”?




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martes, 21 de abril de 2020

Cuando la pandemia pase

Vengo leyendo y escuchando muy seguido por estos días la frase
“cuando esto termine voy a…”
seguido de una promesa. Una promesa que, me animo a decir, nunca se va a cumplir.





En mi celular tengo varios grupos de whatsapp, de diversos tipos de personas. Todas realidades diferentes, que coinciden en que están exteriorizando mucho pero con poca introspectiva. Eso de “tomar conciencia” se convirtió en una frase trillada, donde suena bonito decir. No así predicar.

A mi gusto, mucha palabra hueca, vacía, sin sentido, a toda hora, de día, tarde o noche, jactándose del valor de la familia pero más “presentes” en la virtualidad de un grupo de whatsapp que en su propio encierro hogareño. Contradictorio, ¿No?

Entonces me pregunto: ¿Qué es lo que tiene que terminar?

La pandemia existió siempre en la humanidad, desde el momento que justamente se olvidó ese rasgo distintivo del resto de los seres vivos, la humanidad. No me refiero a un virus que explotó y se expandió tan rápidamente de China al mundo, que ni lugar a reacción nos dejó. Sino que estoy hablando de otro virus, el que estuvo siempre latente en muchos de nosotros.

Pensemos esto: Las enfermedades, las provoca el humano. Las vacunas, las descubre el humano. La ciencia, la estudia el humano. El dinero, lo produce el humano. La economía, es invención humana. Todo, en menor o mayor medida, pasa por la mano humana. Lo que la naturaleza dispone, el humano muchas veces opone. Y el drama, la desolación, el individualismo y la muerte, llega cuando el humano se olvida de ser humano.

Por eso, el confinamiento no hizo otra cosa que profundizar la peor versión de muchas personas, en muchos sentidos. O como muchxs nos dimos cuenta: Desnudar nuestra peor cara.

Lo que expreso, está basado pura y exclusivamente en la experiencia propia. En la percepción del entorno, que me rodea y demuestra la poca empatía de la gente…

El relato a continuación es real. Tan real, que pueden hacer la prueba ustedes mismxs desde el lugar que sea. Salgan y compruébenlo.


TAN SOLO UNA MUESTRA

Abril de 2020. Es domingo de pascua. Por la tarde, me subí a mi automóvil y salí a realizar las compras. Previamente, me tomé el tiempo de dar un par de vueltas por el barrio.

Necesitaba ver las calles, sentir el aislamiento de mis vecinos, cruzarme con gente y mirar sus rostros. Quería ver y leer el lenguaje corporal de las personas que estén transitando esos momentos por fuera de sus casas.

Y realicé una pequeña prueba para comprobar el “humor” de la gente. Se trata de circular despacio, nunca por debajo de la mínima, sino más bien en la velocidad justa. Hagan la prueba, vean el espejo retrovisor y cuéntenme qué es lo que ven.

Sin faltar a la verdad, debo decir que no hubo auto que durara más de 10 segundos atrás mío, sin hacerme señas de luces, tocar bocina y sobrepasarme acelerando. Por ejemplo, un hombre al pasar, me miró y propinó un insulto, que tal vez más adelante me anime a reproducir textualmente.

Mientras manejaba, la realidad me golpeaba de lleno en la mente. Y pensaba, tristemente: ¿Dónde han quedado todos esos posteos bonitos y reflexivos que se ven tanto en las redes sociales? ¿Y las propagandas que salen en la tele dando mensajes positivos, hablando de la enseñanza que nos deja una pandemia así?

Pura cháchara, otro mensaje más de la boca para afuera. Fui iluso, creí que me iba a encontrar personas con más paciencia. ¿Acaso el Coronavirus no nos está dando la lección de valorar más las pequeñas cosas? Parece que no.

En el supermercado, las personas llenaban sus bolsas con 4, 5 y hasta ¡10! productos del mismo estante. Al llegar a la caja y ver el cartel que decía “MÁXIMO, 2 UNIDADES POR PRODUCTO. POR COMPRA”, muchos se ofuscaban y devolvían la mercadería “extra”.

Aún así, una pareja de novios que estaba delante mío, se las ingeniaron muy bien. No hicieron otra cosa que dividirse, cada uno compraba 2 unidades de cada producto y se separaron en dos filas distintas. Todo este operativo, frente a mis ojos.

Intuyo que son dos, viven juntos y no tienen hijos. Son muy jóvenes. ¿Realmente necesitaban 4 paquetes de papel higiénico, teniendo en cuenta que cada paquete contiene 6 rollos del mismo? No lo sé. Salí de la tienda pensando en que ya me habían insultado, me tocaron bocina y en el supermercado se respiraba un aire apocalíptico, de histeria social.

Necesitaba regresar a mi casa, entrar y no volver a toparme con esa drástica realidad.







Me sentí uno de los protagonistas de la Alegoría de la Caverna, de Platón, al salir de la cueva y tener que enfrentarse al mundo para revelar los misterios de la filosofía. La diferencia es que aquí, era algo mucho más simple. El hombre del auto que me gritó “apurate pelotudo de mierda”, iba con una mujer a su lado y un nene que debería rondar los 10 años. Quiero creer que se trataba de una familia, que estaban en una salida expres para realizar las compras de domingo y volver a su cuarentena. ¿No podían acaso disfrutar ese rato al aire libre?

Llegué del mercado. Dejé las bolsas. Y me metí en la ducha, para sacarme el virus. No, el covid-19 no. Al final, esa bacteria podría ser menos dañina que la poca paciencia, apatía y egoísmo de la gente.




HABLANDO DE EGOÍSMO


Cada noche, a las 21 horas, salimos todxs juntxs, hermanadxs y unidxs en un solo aplauso. Para demostrarle a la comunidad lo respetuosxs que somos por el trabajo ajeno, por el esfuerzo que están haciendo lxs médicxs, bomberxs, policías, y tantxs otrxs para sacarnos de esta pandemia.

Algunxs, aplauden con mucho énfasis, otrxs lanzan chiflidos de ánimo, algún que otro vecino musicaliza con el himno nacional argentino. Los primeros días, los noticieros de la TV argentina se hacían eco de todo esto, entonces compartían “los videos de la gente”. Lxs presentadorxs, admiradxs por la expresión colectiva, rezaban frases como “que solidarios somos los argentinos”, “esto demuestra la unión de todos”. “Conmovedor”, decían. Hasta ahí, todo muy conmovedor. Pero, siempre existe un pero, lamento cortar con tanta dulzura.

Nuevamente debo basar mi reflexión en la propia vivencia. Y esta vez, voy a apuntar a cada unx de lxs vecinxs que tengo en mi edificio. Solamente a ellxs me dirijo...Ahora bien, si usted lector/a se siente identificado/a y piensa que en su barrio también pasa lo mismo, eso agravaría mucho más mi observación, que le podría caber a toda una sociedad. Espero sea solo para la gente del edificio de la calle Loria.

Vecino/a: Salgo al balcón y escucho sus ovaciones. La gran mayoría de ustedes, salen y aplauden. Por la fuerza que le ponen a sus palmas, cualquiera que los ve diría que son muy comprometidoxs.

Entonces, ¿Por qué nadie colaboró? Ojalá sea que cada unx de ustedes, esté ayudando a alguna ONG o participando en otra actividad benéfica, que esa sea la razón. Y no la que me dijo el encargado del edificio (“Lo que pasa es algunos dijeron que no saben para quién puede ir esa comida y qué pueden hacer con esas donaciones, por eso desconfían”, textual) 


               

Miren vecinos/as: Si de verdad piensan eso. Déjenme decirles que es UNA EXCUSA para no ser buena gente, es una excusa para seguir en sus vidas sin ser verdaderamente solidarios. Si tan solo comprendieran lo importante que puede ser para un nene o nena, para un padre o una madre, recibir un paquete de arroz y poder dormir con la panza llena. Pero no, mejor no pensar en esa gente. Mejor taparse los ojos y “hacernos los boludxs”.

La cuarentena vació las calles pero dejó en ellas a mucha gente que NUNCA TUVO CASA. También, en todos los barrios existen COMEDORES o centros comunitarios, donde las familias acuden porque no tienen NADA, solamente hambre.




Nosotros tenemos techo, comida, una ducha de agua caliente y una tele para ver series en Netflix. ¿Y ellos? Por favor, no me vengan con eso de “el Estado los tiene que ayudar” o "no es mi obligación" porque si dicen o piensan eso, están demostrando su ignorancia, que los limita y los excusa.

EL ESTADO SOMOS TODXS
. Un Estado se construye entre gobernantes y ciudadanxs. Imagínense por unos segundos, qué harían si vivieran en la calle, qué pensarían de la sociedad en su conjunto. Traten de pensar, qué GESTOS (no medidas políticas, sino actitudes) esperarían de personas comunes y corrientes. Si están pasando hambre, no tienen agua caliente ni pan para desayunar, ¿En qué estarían pensando?

Yo quiero que sepan una cosa, por más que la caja siga vacía, por más que el encargado del edificio o alguien de ustedes, vecinxs, haya quitado ese cartel del ascensor que los invitaba a subir y pararse frente a mi puerta, yo seguiré saliendo por las noches cada vez que pueda, para intentar HACER algo por el otro.



Siempre priorice HACER más que DECIR, jamás me gustaron los y las charlatanxs. El puro chamuyo, conmigo no. La fama de chantas que tenemos lxs argentinxs, bien merecida está. Tampoco me interesó sacar una foto y subirla a mis redes sociales para “aparentar”. (Incluso hasta siento vergüenza de estar mostrando mi fea letra) El puro espamento, para algo tan simple como comprar dos paquetes de fideos y colocar uno en la caja, no me parece ético. De hecho, debería nacer de todxs como algo natural, espontáneo. Sin prejuicios, ni enrosques. ¿No les parece?

Creo que ser un héroe en una sociedad exhibicionista, es ayudar en silencio, desde el anonimato.

Si ustedes, ven una nota así en el ascensor y lo primero que piensan es “no, prefiero no dejar un paquete de fideos en la caja porque yo no sé qué puede hacer con ese paquete y para quién es”.

Si eso es lo que creen: Significa que HARÍAN ALGO ASÍ. Su pensamiento de malicia hacia su propio vecino, que también está en aislamiento y pueden ver todos los días, habla más de ustedes que del resto.

En fin. Gracias por leer mi descargo. No todo es pesimismo, existe gente que NO LE DA LO MISMO, existe esa heroicidad anónima de la que hablaba, por suerte. Afortunadamente, hay personas que PIENSAN EN LOS DEMÁS.



Personas como Roxana, del 9A, que no pensaron en ningún momento algo así, tan rebuscado. Ni se les cruzó por la cabeza. Ella colaboró, se ofreció, agradeció y ayudó. Somos 23 pisos, hay 2 departamentos por piso. Solo Roxana dio una buena señal. ¿Y el resto?


Tal vez, están esperando que “todo esto pase” para empezar a ser un poco más humanos...




Rodrigo Omar Gauna



Les dejo una lista de HÉROES ANÓNIMOS:

· Chicxs que ayudan al Merendero Fueguitos

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jueves, 19 de marzo de 2020

Sacarle el barbijo a la pandemia del coronavirus

¿Cuánto de hipocresía hay en nuestras reacciones frente al coronavirus?



Viendo al comportamiento humano, me detengo frente a la fila del supermercado y reflexiono. No puedo evitar pensar y expresar esto que, seguramente, interpretarán de manera antipática, tal vez para algunos suene escéptico.

El mundo sufre tantas muertes por hambre, desnutrición y violencia, que ver tanta alarma por esta emergencia sanitaria no deja de inquietarme.
Usar la palabra "guerra" para hablar de la lucha contra un virus, es una ironía más del mundo. Siendo que existen regiones en el planeta, donde producto de verdaderas guerras siniestras, un solo bombardeo deja el mismo número de víctimas que sufre hoy Europa. Pero claro, la muerte de los ricos duele más que la muerte de los pobres, ¿no es así?




Me apena como miramos para otro lado, como enfocamos nuestra energía y nos hacemos los distraídos frente a una realidad tan triste, tal vez nos conviene. A lo mejor compartir un cartelito que diga #QuedateEnCasa nos haga sentir más humanos, más responsables y empáticos. Pero, ¿realmente es así?

Escuchar y ver que en una mesa LLENA de periodistas dentro de un estudio de TV, nos repitan incansablemente "quédense en sus casas", no deja de ser una imagen contradictoria.

HAY MUERTES...Y MUERTES

Cito un ejemplo. En mi país, Argentina, hasta el momento las víctimas de femicidios del 2020 superan ampliamente las del coronavirus. Decir esto no es "mezclar todo", ni comparar situaciones ni restarle importancia a la pandemia. Al contrario. Es reflejar un dato concreto.



Justamente, soy consciente que estamos frente a una emergencia sanitaria, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ente más idóneo para estos temas, declaró al virus como PANDEMIA. Eso significa que los contagios traspasaron fronteras. Las medidas al respecto son decisión de la clase política, nuestros funcionarios públicos y nosotros, como parte del Estado, debemos ser responsables.

Esto es un pensamiento lógico, razonable. Ese es el funcionamiento de una sociedad. Así debería ser siempre. La propagación del virus es real, está sucediendo en muchos países y nuestro sistema de salud no está preparado para tener tantos enfermos.

El distanciamiento social es fundamental. Sin embargo debo decir algo, si el miedo paraliza, la paranoia genera todo lo contrario. Nos moviliza de manera equívoca, irresponsable y alejada de nuestros cabales. 

Existen tres momentos en la vida de la gente, que sintiéndonos cercanos a la muerte, desnuda lo más instintivo que tenemos: El pensamiento anclado al pasado, es depresión; sumergido de lleno al presente, es estrés; y enfocado solo al futuro, es ansiedad.



Sigo viendo changos llenos de mercadería, mientras en la puerta del supermercado, un padre de familia pasa con su carrito lleno de cartones y mira desconcertado. Nos miramos con cierta complicidad, sin hablarnos, con sus ojos me está diciendo “esta gente está muy loca”. Lo entiendo y le regalo una sonrisa.

Veo a ese hombre irse, totalmente despojado de preocupaciones y a su vez desprotegido por completo. Le deseo mucha suerte a ese hombre.

Y llego a una inevitable conclusión:

Que cuidarnos entre nosotros, priorizar la salud, usar alcohol en gel, no salir de casa si nos sentimos enfermos, tratar de no contagiar, tomar medidas preventivas, etc. Son todas acciones que deberían ser lo más habitual y natural en todos los seres humanos.

(Un pensamiento en voz alta, recuerdo que hace muchos años, tuve una compañera de trabajo que todos los días, cada vez que llegaba a la oficina, se sentaba y sacaba su pequeño alcohol en gel, tomaba una servilleta de papel y se encargaba de higienizar todo su teclado donde iba a trabajar. Era su sana costumbre. Hoy, pienso en ella, espero que todos tengan esa conducta)

Siempre debió ser así. Siento que una vez más, llegamos tarde.

Si me preguntan, prefiero ver imágenes de personas sin barbijo. Esa es la verdad, pero también me gustaría ver a más seres humanos sin vendas en los ojos.

Aprovechemos este tiempo en casa, para reflexionar...




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miércoles, 22 de enero de 2020

¿QUIÉN MATÓ A FERNANDO?

No fue el rugby. No fue el machismo. No fue Macri. No fue Cristina. Fuiste vos, que estás leyendo esto y automáticamente estás intentando descifrar “para que lado” te conviene llevar este fatídico hecho.


Sincerate, sacándote la careta, vas a poder madurar. La confesión que deberías hacer es muy simple: Te chupa un huevo Fernando. Como te chupó un huevo Micaela, Ángeles, Santiago Maldonado, etc. Podría darte miles de nombres más. O podría dejarte fotos de niñxs víctimas de abuso, pibes y pibas que se mueren por desnutrición, por el flagelo de la droga, pibas que por intentar interrumpir sus embarazos se murieron en un “sucucho” clandestino. Podría conseguir la foto que quieras para que nos refreguemos en el morbo. Pero no lo voy a hacer, porque te da lo mismo. Y eso duele. Duele mucho más que cualquier piña alcoholizada.

Si sobre esa piba que se murió, te da lo mismo porque es “abortera”.
Si sobre Santiago, ese pibe que murió en el río, te da lo mismo que la Gendarmería lo estaba persiguiendo.
Si ese pibe que recibió un disparo por la espalda, se lo merecía porque “seguro estaba haciendo quilombo”.

Vos matás a un Fernando todos los días.

Ejemplos donde fui testigo de tu asesinato, sobran. Por nombrarte algunos, te diría que cuando mirás con odio a ese pibe de gorrita que sube al bondi a dejarte una estampita. O en un semáforo, cuando tratás mal al limpiavidrios. El “asco” que te provoca un “villero” o un “cheto”. La bronca y competencia que querés marcar cada vez que podés con el “peronista” o el “radical”. 

El pibe se murió indefenso, en el piso, entre tantas patadas. Esas piernas que lo destruyeron, son tuyas también. No seas hipócrita. Vos, mientras lees, deberías repensar mucho.  




Una patota de narcisistas no mata, Fernando ya estaba muerto antes de salir aquella noche. Escribir es fácil, vociferar es mucho más sencillo. Pero reflexionar con seriedad, ¿Quién lo hace?

A la vida acabada de Fernando, la estás enterrando mucho más con tu DESINTERÉS por la concepción del OTRO. Date cuenta, que eso aniquila a otros Fernandos día tras día.

Si mirás el noticiero y analizás el hecho rezando la frase: “Llego a ser el padre o la madre de Fernando, y mato a esos pendejos que mataron a mi hijo.” ¿Te das cuenta la gravedad de tus dichos? La cura al cáncer del odio en una sociedad, no es inyectarle más odio. Sino justamente lo contrario, el amor. Sé que suena “naif”, que te vas a indignar por eso, pero es así. Una guerra se termina con la paz.

Esos pibes, son responsables de sus actos. Pero no seamos hipócritas, RESPIRAN VIOLENCIA, como vos y yo. Todos los días en la calle, desde que salimos de casa hasta que nos acostamos. Mientras navegamos en Facebook, Twitter o Instagram, cuando abrimos el diario o escuchamos la radio.

No se trata de generalizar, estigmatizar. Estoy seguro, me juego que por estos días en la tele van a abundar videos de peleas callejeras.
Si son en Villa Gesell, mejor.
Si en la pelea, algún jugador de rugby está involucrado, mejor.

Y dentro de un mes, tal vez menos, ya todos se olvidarán de ese Fernando. A ese mismo chico, que “nos sirvió” para hablar de ética o moral, que nos quedó lindo para postear en nuestra red social favorita, lo vamos a reemplazar en 30 días por “otro Fernando”.

Mientras eso pase. Mientras nos siga chupando un huevo, mientras sigamos pregonando el individualismo por sobre todas las cosas, la falta de empatía y el desamor… Fernando se va a seguir muriendo todos los días. Y yo, la verdad, que no le deseo la muerte a NADIE.


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martes, 12 de noviembre de 2019

POR LA WIPHALA: BOLIVIA SOMOS TODOS

LO QUE SIENTO POR BOLIVIA.



Las cosas suceden por algo. Justamente, hace exactamente un año atrás, conocí la CULTURA Tiwuanaku desde adentro. La vi en sus calles, en sus sitios más recónditos y en los rostros de sus habitantes. ¿Por qué remarco la palabra CULTURA? Porque se trata de eso, el nivel cultural de Latinoamérica en sí. Todo en su conjunto, somos países hermanos con muchas diferencias y similitudes al mismo tiempo.

Hoy, en Argentina, algunos discuten si fue o no un Golpe de Estado lo que sucedió en Bolivia con el Presidente Evo Morales. Otros suben fotos con carteles y frases del tema, o con esa banderita tan simpática que tiene muchos colores, sin tener idea qué es. Desde sus redes sociales comparten, viralizan, publican, sin profundizar, sin reflexionar. Es tan fácil ser "Revolucionarios de Facebook". Simplemente publicar una foto, colocar el hastag correspondiente. Y listo.






En mi caso, por mi historia, no quiero hacer eso. NO VOY A TOCAR DE OÍDO, de LEJOS el tema. Si no estoy ahí para comprobarlo con mis propios ojos, no puedo asegurar nada de lo que no sé.

Sí les voy a contar como conocí la bandera que actualmente cuelga la pared del living de mi casa y, desde el año pasado, me acompaña todos los días de mi vida. Portar una bandera no es llevarla y nada más. Es entender su SENTIDO, tenerlo bien presente en nuestro interior y defender esos valores.


¿QUÉ ES WIPHALA?

La WIPHALA es bastante más que la bandera y el emblema de la nación Andina y de los Aymara, es la representación de la filosofía andina, simboliza la doctrina del Pachakama (principio, orden Universal), y la Pachamama (madre, cosmos) que constituye el espacio, el tiempo, la energía y nuestro planeta, por eso el significado de la Wiphala es un todo. Actualmente, es símbolo de la resurrección de la cultura que fluyó de los primordiales Cuatro Estados del Tiwantinsuyo.

Significado de los colores:

Rojo: El planeta tierra (aka pacha), es la expresión del hombre andino, en el desarrollo intelectual, es la filosofía cósmica.
Naranja: Representa la sociedad y la cultura, es la expresión de la cultura, la preservación y procreación de la especie humana; es la salud y la medicina, la formación y la educación, la práctica cultural de la juventud dinámica.
Amarillo:  Es la energía y fuerza (cha'ama pacha), expresión de los principios morales, es la doctrina del Pachakama y Pachamama: la dualidad (chacha wami), las leyes y normas, la práctica colectivista de hermandad y solidaridad humana.
Blanco: El tiempo y la dialéctica (jaya pacha), es la expresión del desarrollo y la transformación permanente del Qullana Marka sobre los Andes, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el arte, el trabajo intelectual y manual que genera la reciprocidad y armonía dentro de la estructura comunitaria.
Verde: Representa la economía y la producción andina, riquezas naturales de la superficie y el subsuelo, la flora y fauna que son un don.
Azul: Espacio cósmico, el infinito (araxa pacha), es la expresión de los sistemas estelares y los fenómenos naturales.
Violeta: La política y la ideología andina, es la expresión del poder comunitario y armónico de los Andes; el instrumento del estado como una instancia superior, las organizaciones sociales, económicas y culturales, la administración del pueblo y el país.

Por representar un TODO. En la actualidad se le atribuye y cobra fuerza el SÍMBOLO DE UNIÓN de los pueblos originarios, embanderados tras estos colores. Por ese motivo, no se la puede menospreciar, ni tomar a la ligera. Portar una Wiphala es sinónimo de respeto, de comunión.


CUANDO UN PRESIDENTE RENUNCIA

El presidente de Bolivia, Evo Morales, renunció este domingo a su cargo para lograr la pacificación del país andino, después que diversos sectores opositores realizaran graves actos de violencia contra la población y presionaran al Mandatario a través de las fuerzas policiales y Fuerzas Armadas, para que deje el cargo. Previamente, había convocado a elecciones generales con nuevos funcionarios en la autoridad electoral.


TeleSur - Telesur (estilizado como teleSUR) es un canal de televisión multiestatal de noticias con sede
central en la ciudad de Caracas, Venezuela. El canal ha sido acusado de realizar propaganda chavista,
promoción del socialismo y de tergiversar hechos a favor del gobierno de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.



¿Es democrático que las FF.AA. de un país hagan renunciar a un Presidente? El vicepresidente boliviano Álvaro García Linera dijo que "la policía se convirtió en grupo de choque de fuerzas políticas, antidemocráticas". Históricamente, los Golpes de Estado eran distintos. Ya no estamos en la década del 50, cuando las fuerzas militares irrumpían a punta de pistola en el salón presidencial y tomaban el poder a la fuerza. Hoy, pleno siglo XXI, los Golpes se orquestan de otra manera. La presión, el hostigamiento, la violencia en las calles, grupos opositores represores, con el aval de partidos de extrema derecha, sectores de la oligarquía. Hoy, los Golpes de Estado se gestan en el día a día. Se inyecta una dosis de ODIO VISCERAL en el latir de los pueblos. La guerra "pobres vs pobres" les da vía libre a esos grupos para seguir llevando a cabo sus planes. Hoy, un Golpe se opera desde las sombras, en la clandestinidad. El moderno equipamiento generador de noticias falsas, de mensajes que confunden a la gente, que engañan, que ocultan y manipulan la información. ¿Es normal que el Jefe de la Policía diga "la Policía boliviana está con su pueblo" y el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas "sugiera" al Presidente a renunciar? Es tan importante la comunicación, que la manera de brindar un mensaje dice mucho. Presten atención sobre lo que dice el locutor de este medio internacional, "el mandatario había perdido el apoyo del Jefe de la Policía, quien llegó a exigir su renuncia. Pero también del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, quien solamente la sugirió". ¿Solamente la sugirió?



DW - 
DW Español​ (previamente conocido como DW Latinoamérica) es un canal de televisión por
suscripción latinoamericano de origen alemán, filial de la cadena internacional Deutsche Welle para
Latinoamérica. Su señal también se recibe en Estados Unidos, Brasil y el Caribe. Es financiada con fondos
públicos alemanes, del Gobierno Federal alemán.



Ahora, que el caos y la violencia reina las calles de Bolivia, es algo indiscutible. Gracias a las redes sociales, podemos ver videos y fotos de las personas que habitan el país. No se puede negar que Bolivia está atravesando una crisis política y social, que lleva a un desorden institucional grave. Han recibido un GOLPE, no solo de Estado, sino en las venas, en su cultura, en sus raíces. Hoy, los tiene enfrentados entre sí.

Por eso, ME ENCANTARÍA ESTAR AHÍ. (De hecho, si alguien lee esto y quiere invitarme o llevarme, acepto) Les aseguro que dejo todo para ir. Para dar una mano, para estar bien cerca. Y dejar de tocar de oído. Me duele Bolivia, llevo sus colores, los de la Wiphala, adentro de mi corazón. Los abrazo.
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domingo, 20 de octubre de 2019

MACHU PICCHU: ESTAR CERCA DE LAS NUBES

La montaña Machu Picchu tiene 3061,28 metros de altura. Desde lo alto, en ese mirador, se pueden observar las ruinas en su totalidad y la montaña Huayna Picchu, de menor altura pero más complicada la subida.




Recuerdo haber subido hasta la cima en 46 minutos. La cercanía que sentí con las nubes fue algo mágico, me rodeaban y su color blanco de pureza me hacían sentir tan humanamente diminuto, que pude comprender lo que somos. Apenas una parte ínfima de la inmensidad llamada NATURALEZA.


LAS RUINAS DE MACHU PICCHU


La “Ciudad perdida de los Incas”, no sólo son el símbolo más conocido del Perú, sino uno de los vestigios arqueológicos más importantes del mundo. Su magnífica ubicación, la majestuosidad de sus construcciones y el notable halo de misterio que envuelve al enclave, atraen cada año a miles de personas.




A Machu Picchu se la conoce como “Ciudad perdida” porque nunca fue saqueada por los españoles, ya que no lograron encontrarla, quedó abandonada a la naturaleza. La Ciudadela que aparece envuelta en la niebla, está construida con roca a una altitud de 2350 metros, en la cresta de una montaña flanqueada por abruptas caídas hacia el Valle de Urubamba. La mampostería Inca ha soportado el paso del tiempo, su excelente estado de conservación sigue sorprendiendo a propios y extraños. En la Plaza, junto a los principales templos, la altura exacta es de 2490,51 metros. Todas las ruinas en sí, ocupan una extensión de poco más de 5km.



Su incomparable marco natural es denominado geográficamente como “ceja de selva” por su exuberante vegetación. Al sur, limitando la montaña Machu Picchu de 3061 metros, de la que toman nombre sus ruinas; por el note con Huayna Picchu, que significa “montaña joven” y Uña Picchu, “montaña bebé”; por el este con la montaña Putucusi (“media naranja”); y al oeste con la cumbre de San Miguel.


Vean un breve resumen:


          



Increíble, ¿No?




#relatosdeviajes

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lunes, 7 de octubre de 2019

MACRI EN MODO BOCA: "LO DAMOS VUELTA"

Cuando el panorama se presenta adverso, el autoconvencimiento debe asumir un rol protagónico en los discursos. Hoy, en el inicio de octubre del 2019, el Gobierno actual tiene que demostrar algo: La hazaña de DAR VUELTA un resultado que, a priori, resulta difícil. Mauricio Macri está perdiendo la serie. Como Boca Juniors frente a River, sí. Una vez más, el fútbol y la política pueden ser tema de charla en la mesa de cualquier ciudadano argentino. Pero cuidado, ni Mauricio es Boca, ni Cristina es River. Ni mucho menos, Argentina es la Copa Libertadores.




El Presidente de la Nación Argentina llegó al cargo en 2015 por haber logrado el título de Campeón Intercontinental con el Club Atlético Boca Juniors, al vencer a un "galáctico" Real Madrid en el año 2000. Él mismo, en sus campañas electorales, se esgrimía orgulloso de su mandato al frente de uno de los clubes de fútbol más poderosos del país (el otro, casualmente, es River Plate). Convenció a sus votantes que en Argentina podía hacer lo mismo que en su amado Boca. Se encargó de hacer creer a hombres y mujeres que hablar de política es lo mismo que hablar de fútbol. Banalizó muchas situaciones, ironizó y hasta se dio el lujo de "burlarse" de otros líderes mundiales por el solo hecho de ser españoles (como así también a los alemanes, rusos, brasileros, etc). Comparó en varias ocasiones la gestión de un club con la de un país. Esto le permitió llegar al poder.





Tuvo frases como "Cuando fui Presidente de Boca...", que le sirvieron para ejemplificar logros deportivos y compararlos con la economía del país. Si en Boca pudo, en Argentina iba a poder. Y se encuadró atrás de un slogan que inyectó un impacto nuevo a la sociedad argentina. La promesa de un "cambio" vino tras la vidriera del marketing que impulsó la idea de que era posible hacerlo. Así fue como instauró el "Si, se puede".

Repensemos ese slogan, trazando un paralelismo con el deporte por excelencia: Año 2004. Copa Libertadores. Boca eliminaba a River y jugaba la gran Final contra un equipo desconocido de Colombia. El encuentro igualaba y el campeón se debía definir por penales. Durante todo el partido se escuchaba una frase. Frase que coreaba en modo de cántico la hinchada del humilde Once Caldas al enfrentarse al poderoso Boca. "SÍ, SE PUEDE" repetían una y otra vez los fanáticos. El arquero del equipo local, Juan Carlos Henao, atajó el penal para alcanzar la gloria. Lo lograron. Vencieron al conjunto argentino. Ellos pudieron. Le demostraron al mundo del fútbol que sí, se puede lograr un "batacazo". La gran pregunta es, ¿Habrá aprendido ahí el efecto de esa frase?






Paradoja o enseñanza del destino, la vida muchas veces parece un boomerang donde cada acción "nos vuelve". Puede golpearnos la cara para dejarnos al borde del knock-out o podemos tener rapidez y cintura para esquivarla. Boca y Macri. Macri y Boca. Hoy, los dos están en jaque. Ven el final de un camino, se están acercando al borde del precipicio. Sin embargo, ambos parecen querer morir en su ley. Bajo la bandera del marketing, donde las reglas de juego solo son hablar por hablar, correr el foco, echar culpas a otro sin mirar puertas adentro. Estamos mal porque el árbitro acudió al VAR o porque el Gobierno anterior lo permitió con su corrupción. Salarios bajos e inflación por las nubes, se deben a la mala administración del peronismo. Jugar dos partidos seguidos en el Monumental y en ninguno de los dos poder convertir goles, es culpa de los delanteros de River que "se tiran siempre" en el área contraria. Como sacadas del manual de excusas, las explicaciones del fracaso propio, parecieran ser desviar la atención en lo ajeno, mirar la vereda del frente.





El martes 22 de octubre, desde las 21:30hs, en el estadio Alberto J. Armando, más conocido como "La Bombonera" de Buenos Aires, Boca Juniors recibirá a River Plate por el partido de vuelta de la Semifinal de Copa Libertadores. Deberá convertirle 3 goles al equipo visitante sin recibir ninguno en su propio arco, para clasificar directamente a la Final. El Presidente del club, Daniel Angelici, se mostró confiado y declaró: "En nuestra cancha lo vamos a dar vuelta". En el fútbol puede pasar cualquier cosa, muchas veces la suerte se inclina para un lado o para el otro, la pelota puede rebotar y salir disparada al lugar indicado. Como los relatores deportivos remarcan todo el tiempo, es "la dinámica de lo impensado". El "mundo Boca" sabe que va a necesitar de eso. Puede ganar, como puede perder. Si ocurre lo primero, será una sorpresa futbolística. Si se da lo segundo, será otra crónica más de un final anunciado.

Sin embargo, en política no es solo cuestión de suerte. Por más énfasis en lo discursivo, por más que las frases hechas suenen bonito, por más que el diseño en la tipografía de la palabra escrita haya cambiado, por más que se intente aparentar, en política no se puede apelar a la suerte. No es tan fácil librar todo al azar. Se trata de una elección, donde cada argentino y argentina van a votar a sus representantes. La Democracia no es la "dinámica de lo impensado", sino el ejercicio de lo pensado. Todo está milimétricamente estudiado y analizado. En un discurso de campaña, cada palabra se elige, no puede pasar cualquier cosa. Es por eso que el día domingo 27 de octubre del 2019, Mauricio Macri jugará su "partido de vuelta", intentando revertir el resultado. Es factible que sufra otra derrota vergonzosa, como le ocurrió a su equipo de fútbol. Casualmente, si de perder se trata, ni bien concluidas las elecciones P.A.S.O. del mes de agosto, se encargó de manifestar que "no habían sucedido" para luego caer en la contradicción de intentar "dar vuelta la elección". Ahora que asumió aquel fracaso, deberá ensayar una digna puesta en escena en caso de sufrir otro. Es que, si pierde el poder, las excusas acabarán desinflándose, como si un alfiler se topara con un globo.

¿Qué pasará el 22 y 27 de octubre? Nadie lo sabe. Ni los 22 jugadores, 2 entrenadores de fútbol, 2 presidentes de Clubes. Ni los candidatos a Presidentes y Vicepresidentes de Argentina, ni los millones de habitantes de este país. Fútbol y política no es lo mismo. Pero futbolistas y políticos tienen el mismo ADN: Hablar con frases hechas, como reproducidas por un cassette. Tendremos que esperar para saber si pudieron darlo vuelta y escucharlos con atención, en caso de otra derrota.


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