miércoles, 31 de mayo de 2017

¿NOS OLVIDAMOS DE MICAELA GARCÍA?

Ayer sucedió un hecho significativo en el Congreso de la Nación que fue pasado por alto por los principales medios de comunicación en Argentina, sobre la profunda y dolorosa problemática de la violencia de género. Tratándose de un tema que a todos preocupa, en verdad, ¿a cuántos ocupa realmente?

Mientras en todos los canales desfilaban imágenes de una cantante famosa y se "farandulizaba" su vida íntima amorosa dándole micrófono abierto a los hombres que, en su peor versión de "poco hombre", se encargaban de ventilar cuanto dato pudieran para manchar el honor de dicha mujer, banalizando y otorgando al tema (judicializado ya) un tinte novelesco para el morbo deguste de la opinión pública.

Mientras informaban algún crimen de una mujer con una frase suelta al aire como "crimen pasional", escudándose todos en sus "zócalo informativo" (que sólo está porque es una orden, porque así lo dice la ley) que bien aporta la híper repetida recomendación: "Si sos víctima de violencia de género llama al 144", de fondo se escuchaban voces cosificadoras, acusatorias, minimizantes, IRRESPONSABLES, negligentes e incluso ignorantes del verdadero debate que merecen estos temas. Y todas esas presentaciones son televisivas. No son más que eso, un show pensado, orquestado y llevado a cabo por personas que instalan esos temas en la agenda bajo el ESCUDO de ese zócalo (Ya no alcanza). Y es un escudo porque les sirve para protegerse de las sanciones económicas que el ENACOM les da si incumplen. No es más que eso. Es estar obligados a ponerlo. Entonces ahí la seriedad nuevamente cae. La responsabilidad cae. Y en esa caída pagan las verdaderas víctimas: Las pibas que se mueren. Las pibas que ya no tienen futuro, porque un tipo lo mató con sus propias cobardes manos.

Mientras, con sobreactuada cara de compungidos, los presentadores de noticias decían que "es grave y preocupante que haya una denuncia de violencia de género" sobre un famoso cantante de cumbia, en el Congreso de La Nación estaba siendo presentado un conjunto de PROYECTOS DE LEY CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO, nada más y nada menos que en manos de los padres de Micaela García, quienes perdieron a su hija en abril pasado en la Provincia de Entre Ríos. El femicidio de Micaela García dejó algo más que dolor en las manos de estos padres. Dejó una misión, la de no dejar la lucha de la joven en vano, como tantas otras luchas han quedado en este país. “Yo no hubiese deseado estar acá, la muerte de Micaela tiene que servir para algo, para unir, queremos que se cumpla su misión”, dijo Néstor García.


Mientras en la pantalla seguía el show, en el recinto se mostraban las carpetas con el inicio de otra larga lucha. Así, el Congreso fue testigo de la presentación de los proyectos de ley para prevenir la violencia de género. Son tres iniciativas que llevarán el nombre de Micaela García y tendrán distintos abordajes. Los proyectos incluyen una ley de capacitación obligatoria y continua en género para todos los funcionarios del Estado, un proyecto que establece un programa de capacitación de promotores territoriales en género de alcance nacional y una última iniciativa orientada a un plan Nacional deportivo para la integración y la no violencia a las mujeres.



Un hecho así debería ser de público conocimiento, entonces, ¿por qué no llegó a la mayoría de los argentinos? Dejando las hipocresías de lado, quitando el velo a esos que se ocultan bajo la falsa preocupación por la problemática social.
Sin ser hipócritas digamos, ¿Ya nos olvidamos de Micaela García? 





Cuando, en su momento, velaban a la joven y todos los medios se "consternaron", agolpados en la ciudad de Concepción del Uruguay, con el dolor de sus familiares y amigos, unidos en sus transmisiones dedicando horas enteras a mostrar lo que allí ocurría. ¿Por qué ahora no se ocuparon de contarnos esto? ¿Por qué no se agolparon los medios al recinto del Congreso para contar esa noticia? Algo pasó ayer, mientras todos hablaban de otra cosa.

En días, una nueva convocatoria del colectivo #NiUnaMenos reunirá a todos en una marcha para volver a gritar BASTA DE FEMICIDIOS. Sin duda alguna acudiremos al llamado, ese día recobraremos la conciencia y tal vez algunos recuerden quién fue Micaela. Eso sí, no olvidemos sacarnos la "careta". Ir sin las vestiduras sociales y dejar de aparentar una preocupación. Se necesita un pueblo con mucha memoria, un pueblo atento y dispuesto a no dejar pasar las cosas. Si somos esa sociedad militante de la lucha por los Derechos, seguramente le rindamos verdadero (y merecido) homenaje a esa joven, llamada Micaela García.



 

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