domingo, 18 de junio de 2017

LA GRIETA NO EXISTE



De esta imagen hay TANTO para decir: Puedo comenzar diciendo...

Los dos son iguales.
Los dos son hijos de un sistema.
Son víctimas de un neoliberalismo inescrupuloso.
Son rehenes de una severa crisis institucional, del modelo político y económico.

Los dos son parte de una sociedad que se encuentra en transición. En una búsqueda constante de nuevos paradigmas comunicacionales, pero bajo el encierro de una "viralización" de trama preocupante. Los dos, coexisten ignorándose en la era del INDIVIDUALISMO. Y la palabra, casi lo dice todo. Por eso se ignoran, sin cargarle tintas sobre ello a ninguno de los dos. No tienen la culpa. Simplemente se ignoran. A ninguno le preocupa lo del otro. La otredad nos permite reconocer nuestra propia identidad, sin embargo por el solo hecho de ignorarla, no estamos negando ante la existencia. Dicho de otra forma: Si reconocemos que existe "un otro" a nuestro lado, entonces asumiremos nuestra propia identidad. A esta imagen podemos atribuirle aspectos sociales, políticos, culturales, antropológicos y hasta los filosóficos que acabamos de reconocer.

Pero hay algo más... En esta foto NO HAY GRIETA.

No hay ni "bueno" ni "malo", no hay ni rival ni enemigo, ninguno es culpable de las cosas que cargan sus manos. No es más que su propio destino, su individualidad. Cada uno, con su mochila a cuestas. Se ignoran entre sí, como muchas personas hacen a diario. Seamos sinceros, ¿a cuántos personajes como éstos vemos diariamente y ni siquiera nos detenemos a observarlos? Ya sea a uno, como al otro. Que, insisto, son lo mismo. Son seres humanos, de carne y hueso, que vienen al mundo, transitan su camino de la manera posible y se van sin dejar rastro (o si, depende de cada uno).

¿Por qué tiene que ser uno u otro? ¿Por qué tiene que existir una brecha? ¿Por qué nos obligan a elegir? Si en verdad, son seres humanos y por ende son semejantes. Ante la ley, iguales. Para los gobernantes, iguales y con los mismos derechos y obligaciones. Así debería ser. Esa "diferencia", en realidad, es producto de otras cosas. Nos obligan a verlos distintos, porque nos ponen entre la espada y la pared. Porque nos obligan a elegir. Y esa elección es a que bando pertenecer.

Vean la imagen nuevamente: Hay TANTO para decir sobre ella. No es un dato menor, no debe pasar desapercibido. Por eso lo escrito en mayúscula. No es minúsculo contradecir la imagen, es necesario decirlo, recalcarlo y asegurarlo con el fundamento necesario: Los dos son iguales. En realidad, no existe brecha entre ellos. Si miramos bien la imagen podemos darnos cuenta, no en la simpleza de eso que vemos, sino más allá. En lo profundo, en aquello que al limitar los ojos, obviamos. Del tema que de esta foto se desprende, se podría debatir horas extensas. Por eso, para contradecir a quien publicó esa foto con la acotación "nada para decir", le digo que sí, se puede hablar.

Es fundamental preguntarnos, ¿qué refleja realmente esta imagen? ¿Qué sino la sociedad misma?
La verdadera grieta, en verdad, es la impuesta por los otros. Radica en nosotros un rechazo a lo ajeno, a aquello que creemos distinto a nosotros. ¿Por qué? ¿Será el miedo a involucrarnos? ¿Será el temor que nos produce dejar de mirar para adentro y encontrar en el prójimo alguien para ayudar?

Podemos seguir hablando de esta foto: Se podría decir que los dos están leyendo, por ejemplo, cada uno con un soporte distinto, pero que es lectura en fin. Eso equivaldría a decir que están cultivando su mente, alimentándose de sabiduría. O tal vez distrayendo su atención. Se podría decir que uno es el educado y el otro no, pero ¿cuál es cuál?

Hay tantas diferencias, como quieran atribuirles ustedes al verlos. Pero tantas similitudes, como en verdad se vean llevando la mirada un poco más allá, más al corazón de la cuestión.

En lo personal, los elijo a los dos. Me quedo con los dos. Con sus historias, sus miedos, sus fracasos y alegrías. Me quedo con sus vidas y sus muertes, que serán lo mismo. Me quedo con sus caminos, que están siendo transitados por la misma vía. Elijo a los dos por igual. Acá, en estos aspectos, no hay grieta.

Ésta es solo una visión, una simple visión...



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