sábado, 3 de junio de 2017

#NIUNAMENOS Y EL COLOR VIOLETA

¿Y macho? ¿Quién ganó?
¿Vos y tu manía de querer aparentar hombría o la lucha de seres libres que defienden su derecho a la vida? ¿Ganaste vos aullando el gol de ese equipo o las personas que piden a gritos no les arrebaten su libertad?
¿No sabes de qué tema hablar en el día de hoy, si de la marcha de #NiUnaMenos o del #RealMadrid?



El sábado 3 de junio de 2017 será recordado como el día en que dos poderosos equipos de fútbol europeo se enfrentaron en una final histórica. Un español y otro italiano. Hasta ahí no hay ningún dato de color. Bueno, esta es la mejor parte, literalmente. Es que ganó el equipo que vestía una camiseta color violeta. Se consagró como "el Rey de Europa", por ende los ojos del mundo se posaron en ellos. Muchos argentinos usaron las redes sociales para expresarse por lo sucedido, por el resultado futbolístico, lo cual despertó el enojo de otros tantos al argumentar que ignoraban lo que ocurría en nuestro país.

Paralelamente a este hecho deportivo, una protesta social masiva se llevaba a cabo en el Congreso de La Nación con una posterior Marcha al centro ideológico de la sociedad, la Plaza de Mayo, justo frente a la Casa de Gobierno. Más al centro, al corazón de la política no podría haber ido. Por eso, a esta concurrencia ya de por sí la vamos a catalogar así, como una marcha política. El #NiUnaMenos como hecho social que es, apunta directamente a toda la esfera política y se puede discutir largas horas por el motivo real de la protesta. Se le pueden atribuir tantas conjeturas como visiones de la misma. Lo cierto, lo real y tangiblemente cierto, es que los reclamos fueron visibilizados de manera clara. La lucha feminista que pide a gritos ser escuchada, la lucha por sus propias vidas, por los derechos. Algún malintencionado querrá correr el foco, podría hacerlo. Pero no podrá silenciar esas voces. Para que las dejen de matar y los culpables paguen. Por la memoria de las víctimas de femicidio, que son tantas. Por ese rugido en el cielo de "NI UNA MENOS, VIVAS NOS QUEREMOS".

Si volvemos a pregunta inicial, la respuesta es que entre el fútbol y la marcha del colectivo #NiUnaMenos no existe punto de comparación. Sin embargo, gracias al violeta, hubo punto en común. Ganó el violeta. Ganó el color que simboliza la vida. Y va a seguir ganando, siempre y cuando no embarren la cancha. Siempre y cuando no existan jugadas sucias. No se opaque el color de esa lucha. Ganó el violeta, machos y machas. Festejemos tranquilos, unidos. Seamos uno y vivamos en paz. A festejar, que el color ganador siempre será el violeta.

Escrito con respeto.
Rodrigo Omar Gauna.
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